La Cadencia Lonchería

La Ruta del Chilaquil – Ciudad de México

Puntuación: 9/10 | Ciudad de México (Roma Norte) |Web

Lo mejor: El sabor de los chilaquiles verdes con huevo y pollo

Lo peor: Que no lo vas a terminar

Hola, soy una «lonchería». Dicho así, la verdad es que no me suena nada bien. Pienso que voy a encontrar una carnicería con un señor carnicero con barriga y mandil blanco ensangrentado, carrillos sonrojados y canas. «Vengo por un kilo de morcilla» y el señor me la da, y yo doy un paso atrás porque huele mal. Está sucio aunque esté limpio para ser una lonchería.

Pero eso soy yo, que hablo un dialecto de castellano de España y no de México, para cuyos oídos la palabra «lonchería» suena a sándwich y jugo, o sea zumo, a comida ligera, que por eso viene de «lunch» y es un espanglish. Dice el diccionario que sí, que eso quiere decir, lugar de comida ligera, en Colombia, México y Venezuela.

Ahora, os digo: ¿ligera? He desayunado allí hoy a las 10 de la mañana, son las 20:49 y estoy terminando de digerir.

En esa foto no se ve la altura de lo que ocupan las deliciosas tortillas, cebollita dulce morada, salsa de tomate verde, huevo estrellado, todo gratinado y pollo (no deshebrado, sino cortado en cubitos, que no es tan rico porque no se disuelve entre los otros sabores, sino que masticas su existencia individual). La altura del plato es considerable. Una montaña. Quizá no te lo termines. El sabor es de bastante insuperable. Suena raro combinar la palabra «bastante» con la palabra «insuperable» porque la primera es como distante y la segunda es más bien pasional. La acidez del tomate está en su punto. Quiero desayunarlos otra vez mañana y pasado y al otro. Quiero pedirles salir a esos chilaquiles. Miren esto:

Qué más puedo decir: este lugar es muy difícil de superar y por el momento encabeza el ranking de La Ruta del Chilaquil, que estaba liderado por una cadena que reseñé Justo el otro día. Las razones son ese sabor de los dioses y también algunos otros bellos detalles. El camarero me atendió raro, eso sí, pero correcto. Quizá a él lo tratan mal en este barrio por moreno y esperaba de mí otro tanto, pero no. O quizá es borde. O quizá hay otra razón que no comprendo. Pero fue cortés.

La decoración me encanta no porque sea inmejorable sino porque tiene bicicletas. Algunos detalles preciosos como una lámpara de ruedas. Ponen agua a tu perrito y también tienen lugar para que aparques tu bici. Había dos ciclistas desayunando ahí y ya me vi después de una gran ruta aterrizando ahí para reponer.

El jugo estaba delicioso y el café también. Si pudiera pedir algo, pediría que te traigan agua nada más llegar. Te preguntan en una encuesta al final en qué pueden mejorar, les puse lo del agua pero no firmé como Tutumaca para mantenerme oculta. Las mesas podrían ser más bonitas también, pero lo digo ya por decir algo. Buen Wifi aunque no sé si se presta para ir a trabajar porque suele haber mucha gente. Un lugar que no te puedes perder.

Fdo. Tutumaca